Quisiera por medio de estas palabras poder desafiarles e invitarles a que esta semana y siempre podamos descubrir el hermoso significado de poder “Escuchar la voz de Dios”. Quizás para muchos pueda ser complicado comprenderlo. Sin embargo es necesario dar algunos pasos para llegar a lograrlo.
Primeramente, en nuestros agitados días debemos recordar lo que nos dice el Señor en el Salmo 46:10 “Estad quietos y conoced que yo soy Dios”, es necesario calmar nuestras emociones y pensamientos, poder así detenernos en este momento y descubrir que Dios quiere hablar con nosotros manteniendo una comunicación y relación genuina, que podamos conocerlo en medio de las circunstancias que estamos viviendo y descansar en Él.
Segundo, No debemos olvidar que Dios está en cada momento con nosotros, es cosa de hablarle y estará dispuesto a escucharnos, Dios es real, debemos mantener abierta nuestra comunicación con Él y no olvidar que “Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides” Dt. 31:8
Tercero, debemos buscar la dirección del Espíritu Santo, que verdaderamente podamos decir que somos guiados y movidos por Él, Su voz hablándonos como un silbo apacible y hermoso, recordando lo que nos dice Su Palabra “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”. 1 Co. 2:10-12
Es nuestra esperanza que sí podemos escuchar la voz de Dios, debemos de aprender a conocerle, descubriendo que Él esta dispuesto a escucharnos. Poder detenernos un poco en nuestros agitados días quedándonos quietos y sentir Su presencia a través de Su Espíritu Santo, quien nos llevará a descubrir la Gloria de Dios en nuestras vidas. Por lo tanto tenemos la tranquilidad necesaria para continuar en nuestros quehaceres con la seguridad que esta semana y siempre Dios está con nosotros.
Es mi anhelo que el Dios de gracia llene sus vidas de bendiciones y de paz…
Me despido ahora reconociendo que nuestro Señor está con ustedes y podrán atender a la invitación de escuchar atentamente Su voz…
En Cristo
Pastor Jorge
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